jueves, 9 de noviembre de 2017

Naves espaciales con dos sillas dadas vuelta


No todos tenemos ojos.
Aprendió de grande.
Pero.
De niña
sí.
Dibujaba los ojos primero
en las caras.

Esperaba el cuerpo,
que se le
viniera.
Disfrazaba muertos
que tenían
sombreros.

Empezaba líneas
con las cosas
lindas
que miraba lejos:
en la calle abajo
en el patio abajo
en la tierra arriba
en su padre arriba
en los árboles.

y más tarde,
cuando te veían
lo borraba
todo
lo dejabas
sola.

Despertaba,
hola.
Se dormía,
seco.

Y tomaba
Y tomaba
Y tomaba
Y tomaba
Y tomaba

O estaba
hasta tarde
entre tanto
te
acariciaba.

Qué va ser
Qué iba
ser
Qué iba
a
hacer.

Si pudiera, miraba.
Y brotaba
y trataba
y dejaba
y volvía.
Más.
Y más.
Y listo.

Lo primero
era que le dibujaba
ojos
a las caras.

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